El Bosque
La permanencia de Bellermann

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

El Topito

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

Topotepuy

El Volcán

El Volcán

El Volcán
La ciudad de Caracas reposa sobre un largo valle, flanqueada por la serranía de El Ávila al norte y una serie de cadenas montañosas al sur, entre las que sobresale el cerro El Volcán, con sus casi 1500 metros sobre el nivel del mar. La vegetación predominante en la mayor parte de la ciudad es el bosque seco, o bosque deciduo, cuya arboleda se caracteriza por perder el follaje durante la marcada estación de sequía, tiempo durante el cual la vegetación se cubre de tonos ocre.
Pero en las cañadas de las montañas del sur, y en las cotas más altas de las mismas, existe una vegetación siempre verde de bosque tropical que mantiene su densidad todo el año, con su mosaico de matices de este color profundo. En las cumbres de El Volcán, una corona de niebla sostiene al último relicto de selva nublada del sur de Caracas, una exhuberante vegetación en la que abundan los helechos arborescentes, las palmas y las aráceas trepadoras.
El cerro El Volcán ha ejercido siempre gran fascinación sobre mí. Como biólogo, en el año 2001 participé en un inventario de aves y pude conocer la intimidad de sus decenas de pájaros. 20 años después tuve ocasión de adentrarme en la selva nublada de El Topito, donde produje algunas imágenes que dieron origen a la serie Bosquejos. un homenaje a Bellermann que consiste en imágenes difuminadas mediante la superposición de numerosas fotos, cuyo aspecto final recuerda los trabajos y luces del Maestro.
La obra de Ferdinand Bellermann, quien fue conocido como un científico del arte, ha sido una profunda inspiración para mí, ya que me identifico del todo con esa inclinación: en mi trabajo artístico aparece mi formación como biólogo una y otra vez. Este año se cumplen 180 años de la visita de Bellermann a nuestro país, y de ahí deriva el nombre de la muestra, en homenaje a ese extraordinario artista, cuya obra tuvo importancia definitiva en mi vocación.
Este trabajo incluye varias perspectivas relacionadas con este bosque que apadrina el clima de Caracas, cada una desarrollada en un sector diferente del cerro El Volcán, de acuerdo a las atmósferas que he querido resaltar: La serie La selva, realizada en El Topito (vertiente sur), está directamente relacionada con los bosquejos de Bellermann. La Neblina, realizada en Topotepuy (Cumbre), se centra en la tenue imaginería del paisaje luminoso de las alturas y La Noche, desarrollada en Trinalta (vertiente norte), construida tomando en cuenta la fantasía y desconcierto que nos causa la oscuridad casi absoluta en el bosque tropical.